Santa Pola es uno de los reclamos turísticos más interesantes de Alicante y lo cierto es que no resulta extraño si tenemos en cuenta su combinación única de historia, cultura y paisajes naturales. ¿Estás planificando una escapada? Si es así, presta atención, a continuación compartimos contigo algunas paradas imprescindibles de tu ruta.
Antes de planificar tu viaje y hacer la reserva de tu alojamiento te recomendamos que eches un vistazo a algunas zonas próximas. Es probable que te compense optar por un Taxi Santa Pola Gran Alacant o desde algún otro punto cercano. No olvides que para una buena organización, es importante calcular tanto como sea posible el presupuesto y las distancias entre las diferentes áreas de interés. Por ejemplo, aquí puedes informarte sobre lo que cuesta un Taxi Gran Alacant o, si lo prefieres, un Taxi Santa Pola Alicante.
Parque Natural de las Salinas de Santa Pola
Declarado Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y parte de la lista RAMSAR de humedales internacionales, se extiende a lo largo de 2,470 hectáreas de terreno protegido.
Las salinas son el hogar de diversas especies de aves, lo que hace que sea un paraíso para los amantes de la observación de aves. Flamencos, avocetas, cigüeñuelas y muchos otros tipos de aves se pueden avistar aquí en su hábitat natural. Para comprender mejor la importancia y el funcionamiento de las salinas, el Museo de la Sal ofrece un extra como experiencia cultural.
Por otra parte, además de su abundante vida silvestre, cuenta con la imponente Torre del Tamarit del siglo XVI. Esta torre histórica añade un toque de misterio y belleza al paisaje salino, sirviendo como testigo silente de siglos de historia.
El Palmeral
La Villa romana del Palmeral es una lujosa casa romana del siglo IV, notable por sus mosaicos geométricos reconstruidos que brindan una visión fascinante de la opulencia de la época. Esta joya arqueológica es una ventana al pasado que no deberías pasar por alto.
Castillo de Santa Pola
Esta fortaleza construida en el siglo XVI, se alza majestuosamente en el horizonte de la ciudad. Su historia está estrechamente relacionada con los moriscos ilicitanos y la época de la Reconquista. Hoy en día, el castillo alberga varios museos, incluyendo el Acuario Municipal y el Museo del Mar, donde los visitantes pueden explorar la rica historia marítima de Santa Pola.
Ermita del Calvario
Construida en 1944, es una joya arquitectónica con una influencia árabe notable. Su arquitectura única y su entorno tranquilo la convierten en un lugar ideal para la reflexión y la contemplación.
Paseo Marítimo de Santa Pola
Este extenso paseo ofrece vistas panorámicas del mar Mediterráneo, la bahía de Santa Pola y la ciudad de Guardamar del Segura. En días despejados, incluso es posible divisar las islas de la Manga del Mar Menor en la distancia.
Puerto de Santa Pola
Desde la época de los íberos hasta la presencia de los moriscos, ha sido un punto de partida y llegada de innumerables viajes a lo largo de los siglos. Los visitantes pueden explorar esta rica herencia en el barco-museo que muestra la vida de los pescadores y en el Club Náutico de Santa Pola, que ofrece una experiencia única con sus numerosos bares y restaurantes. Además, el puerto sirve como punto de partida para excursiones a la hermosa isla de Tabarca, un lugar de gran interés ecológico y cultural.
Playa del Tamarit
Aquí, los visitantes encontrarán una reproducción del Muelle de la Sal, que remonta a la época de la explotación de sal en la región. Además, se pueden explorar búnkeres de la Guerra Civil Española, que añaden una capa adicional de interés histórico. Los amantes de los deportes acuáticos también encontrarán su paraíso aquí, con oportunidades para practicar kitesurf y otras actividades emocionantes en el agua.
Cabo de Santa Pola
Es conocido por su arrecife de coral fósil, que atrae a los amantes del senderismo y la exploración. Los restos de la Guerra Civil, la Torre d’Escaletes y el Faro de Santa Pola ofrecen una ventana a la historia más reciente de la región. Además, la Cueva de las Arañas, con sus vestigios humanos del Eneolítico, es una maravilla arqueológica que no debe pasarse por alto. Las calas de roca y arena gris que rodean el cabo ofrecen una sensación de aislamiento y belleza natural, mientras que las panorámicas son impresionantes, con vistas al Mediterráneo, la isla de Tabarca y las montañas de Alicante.