Dicen que más vale prevenir que curar, y a la hora de viajar no iba a ser menos. Es por ello que cada vez más personas se animan a contratar un seguro de viajes cuando están planificando sus vacaciones.
Aunque lo ideal es no tener que hacer uso de este seguro, lo cierto es que durante la salida, se pueden producir situaciones que, de estar asegurado, pueden tener repercusiones mucho menores. Ante todo hay que saber qué tipo de póliza se debe escoger.
¿Qué seguro de viaje debo de contratar?
Si se contrata un seguro de asistencia en viaje, es para no tener que adelantar dinero una vez que se produce un contratiempo. Además, hay que intentar evitar a toda costa que, en esa situación, se exija ir por delante con temas de papeleo que dificulten los trámites. Por lo cual, la mejor opción es contratar un seguro que se haga cargo de los gastos médicos, a nivel de visitas, de transporte y de medicamentos.
Se aconseja también elegir un seguro de viaje sin franquicia. De esta manera, desde un principio se tiene claro que en ningún caso habrá que hacerse responsable de los gastos que se produzcan.
Por otro lado, con independencia de cuáles sean las coberturas escogidas, es muy importante que, en caso de tener que darles uso, el asegurado sea atendido en su propio idioma. Tener que explicar una dolencia en una lengua que se desconoce puede ser un gran problema, sobre todo cuando se trata de una situación grave. Si se da la posibilidad de llamar y ser atendido en el idioma elegido, el tratamiento será el correcto, y apropiado.
¿Por qué es tan importante la cláusula de cancelación en un seguro de asistencia en viaje?
En ocasiones, el problema surge antes del viaje. Es decir, a veces la persona que ha planificado un viaje, tiene un contratiempo que le obliga a no realizarlo. Ante la posibilidad de que esto ocurra, lo mejor es tener un seguro de viaje que cuente con una cláusula de anulación o de cancelación.
De ser así, se tendrá asegurado el reembolso de los gastos del viaje por si finalmente no se puede realizar, siempre que se encuentre dentro de los límites contratados.
Antes que nada, pregúntate qué necesitas
Es igualmente importante decantarse por un seguro que se adapte completamente al tipo de viaje que se planea realizar. Es evidente que no todos los viajes son iguales, y por ello, tampoco lo son las necesidades de todos los viajeros.
Por ejemplo, si se viaja a Italia, probablemente no se necesite un importe elevado de gastos médicos si se cuenta con la Tarjeta Sanitaria Europea, pero sí es preciso que queden cubiertas las repatriaciones o el equipaje. Si en cambio se viaja a un país como Tailandia, sí es conveniente buscar un importe alto de gastos médicos, y es útil asegurarse de que las coberturas complementarias protegen ante los típicos retrasos en los vuelos, y frente a la pérdida de equipajes.
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