Planificar unas vacaciones siempre es un asunto agradable, sobre todo porque normalmente existen innumerables posibilidades y las ideas están siempre llenas de destinos interesantes. Hoy cambiamos el descanso en la playa por algo mucho más lleno de acción, y de adrenalina.
Vamos a escalar escarpados terrenos de montaña por vías ferratas, y esta vez nos dirigimos al norte del país, concretamente a Cantabria, en donde realizaremos un espectacular e insólito viaje.
Pero, antes de emprender nuestra marcha, nos pondremos en contacto con Valcan Turismo Activo, quienes nos darán los mejores consejos, ayuda y experiencia para proporcionarnos un guía cualificado para que nuestro viaje sea un éxito y esté lleno de geniales aventuras, hasta el final.
Cantabria es el lugar en donde podremos subir varias vías ferratas, interesantes y adaptadas al grado de dificultad que estemos buscando. Y, tanto si se trata de un nivel de iniciación, intermedio o avanzado, te aseguramos que no habrá tiempo para el aburrimiento.
Para los principiantes existe, por ejemplo, la Vía Ferrata «el Cáliz“ en Ramales de la Victoria, en la propia Cantabria. Se trata de una ruta de unos 200 metros de longitud con una subida de aproximadamente 120 metros.
Incluye también una vista panorámica del Pico San Vicente.
El comienzo fácil de la ferrata cambia gradualmente a una sección ligeramente más difícil, caracterizada por una pared vertical que deberá ser conquistada. Sin embargo, es una zona bien accesible, y ciertamente adecuada para aquellos principiantes que aún se están familiarizando con la actividad, pero se atreven y no tienen miedo a las alturas ni a las subidas más pronunciadas.
Para los más hábiles y experimentados amantes de esta actividad, está la Vía Ferrata de la Concha en San Roque de río Miera. Aquí podrás experimentar los puentes tibetanos, las tirolinas o un rapel opcional a lo largo de 280 metros. Se caracteriza por un recorrido horizontal y por varios tramos verticales.
Para esta ferrata necesitarás dos cuerdas de 50 metros y una polea tándem.
Aún más adrenalina con las rutas más exigentes
Pero hay otras vías ferratas en Cantabria mucho más desafiantes. Entre ellas está, por ejemplo, la Vía Ferrata Callejomadero. Se trata de una ruta muy exigente con una longitud total de unos 300 metros.
Durante la misma, por ejemplo, es necesario hacer un rapel de 40 metros completamente aéreo. Se caracteriza por un recorrido vertical.
La realización de Vías Ferratas es ciertamente una actividad bonita, pero también puede ser peligrosa si no hay responsabilidad y no se toman las precauciones necesarias. Por lo tanto, es muy importante evaluar las condiciones de la escalada, y el clima, pero también asimismo la propia forma física y, sobre todo, la experiencia adquirida. Sin esto, no es aconsejable hacer esta actividad a menudo exigente.
Por lo tanto, si estás interesado en este deporte y crees ser capaz de afrontar este tipo de ascensos, no dudes en dejarte tentar, pero no sin antes permitir que te recomendemos ponerte en contacto con los profesionales que mejor te asesorarán y apoyarán desde el inicio hasta el éxito final de tu escalada por cualquier vía ferrata.
Si no tienes experiencia, seguro que esta es tu mejor opción para un viaje inolvidable lleno de experiencias, y para un feliz regreso lleno de emocionantes recuerdos.